Friday, October 06, 2017

Estadisticas

Tal vez pecare de monotematica, si es que revisan las ultimas entradas de este blog. Pero quizas valga aclarar que tengo muchas vidas en lineas y muchos cuadernos de notas reales y virtuales. Aun asi, quizas son temas que ronden en mi cabeza por algun tiempo mas.

Revisando redes sociales, me topo con un recuerdo ajeno, de alguien conocido sobre otro conocido en comun. Si bien nunca fuimos amigos cercanos ese amigo en comun fue parte de mi infancia y adolescencia. Le tenia estima y respeto y reesulta que hace un par de meses, de forma inesperad y siendo un adulto joven fallecio. El tambien fue un hermano, y tambien dejo a una hermana dolida, con la cual tambien mantenemos ese invisible 'contacto" que artificialmente ha creado la tecnologia. Criticable por lo demas, pero yo estando lejos agradezco. Agradezco una era que me permita no ser una total desconocida cuando haya que retornar a la patria. Porque eventualmente, aunque sea por breves momentos, uno vuelve. Siempre vuelve.

Su muerte, la muerte de mi hermano y la vida inesperada me llevo a preguntar cuan realmente extraordinario seran esos sucesos. Yo encuentro que de a poco la vida se llena mas y mas de inesperadas partidas, sean eternas o no. Pero y si solo somos parte de las estadisticas?

La prregunta no viene desde el vacio. Surge a razon de un comentario hecho por una querida amiga, mientras nos doliamos juntas. Muchos de nuestros queridos han sufrido divorcios y separaciones, y viniendo de un contexto cristiano, donde aspiramos que esas relaciones duren todo lo que reste de nuestro tiempo en la tierra... pues bueno, duele. Pero ella, con esa sabiduria que otorgan no los anios sino la experiencia me responde: los cristianos no nos libramos de las estadisticas. Y claro. No tendriamos por que.

Y resulta que, ahora, en medio de un periodo de mi vida donde batallo entre vivir las oportunidades inceibles que me han sido regaladas y mi ppropio cansancio fisico y pisoclogico, veo un anuncio en el banio que dice que 1 de cada 5 personas en Australia sufren de ansiedad y depresion.

Y yo me pregunto si tal vez yo solo sere parte de las estadisticas.

Friday, August 19, 2016

I sense the secret: Talking about pain after almost a year of grieving.

How do you talk about suffering? How do you voice your pain? How do we react when we come across misery, face to face?

During the last year I have gone through unexpected suffering. A traumatic incident ended with my youngest brother's life and a part of me will never recover. I have learnt that is okay to be sad and I have purposefully given myself time to process.

I believe I have done well so far. Pat, pat, pat.

However,

However.

There are days in which I feel the guilt of forgetting. There are days in denial, thinking in the back of my head that he might be somewhere, doing something. After all, every time I left none of my brothers reached out to me. We didn't have a fluid relationship.  How I wish it wasn't like that.
Sometimes I flick through photos or his name pops out on social media or my phone or scribbled down in an old notepad (that might have travelled the ocean with me, because I like to carry memories with me, useless souvenirs that acquire meaning once I depart). And there's this sting. Suddenly, my heart aches; it's a twinge in my heart that runs deep, albeit brief.
And then sometimes I go back to that fateful day, his last day. I have flashes of what happened and I feelthe urge of sharing that with someone, of retelling the story and how I felt that day. I don't know if I have actually retold whatever happened that day, since I don't want to feed morbid curiosity. But I sometimes need to share.
And other times, I just need to cry. And I do, and I don't realise how much energy sadness takes away from me.
I often wondered what would happen to me when confronting trauma, death and real pain and suffering. I am here now, and what happened is that I am sustained by my Lord; my big certainties have been shattered but not completely. I clung with all my might just like Jacob and I didn't let my God go even though I wrestled with him.
I suffer in faithfulness and even so it is still difficult to express pain.

Wounds are healing according to His time and I am okay with it. I do sometimes, in my fragility, look for comfort. In my fragility I wonder if I am able to give comfort and not just to receive it. If I can dare to dream of someone beside me. If I can let myself be vulnerable and depend on people without feeling undeserving and a burden. If I can see the face of my saviour through the helping hands of my family and friends. If I should learn to distinguish real friendship from righteous compassion. And even if it's the latter be humble enough to just accept it.

A friend sent me this song a little after my brother's death. It is based on the pre-hispanic poem from the aztec author Nezahualcóyotl . It has been of great comfort throughout this year of bereavement.  Here is the song, the poem and its English translation:




Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh ustedes señores! Así somos, somos mortales, De cuatro en cuatro nosotros los hombres, habremos de irnos, todos tendremos que morir en la tierra  Como una pintura nos iremos borrando.
Como una flor
nos iremos secando
aquí sobre la tierra.  Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
de la preciosa ave de cuello de hule,
nos iremos acabando Nos vamos a su casa.
Medítenlo, señores,
águilas y tigres,
aunque fueran de jade,
aunque fueran de oro también allá irán, al lugar de los descarnados Tendremos que desaparecer nadie habrá de quedar. ¿A dónde iremos que la muerte no exista?
Pero, ¿por eso viviré llorando?  Percibo lo secreto, lo oculto: ¡oh ustedes señores! Así somos nosotros mortales de cuatro en cuatro nosotros los hombres todos tendremos que irnos todos tendremos que morir aquí en la tierra.


 —Nezahualcóyotl translated into spanish by miguel León-Portilla 

 I sense the secret, the dark truth:
Oh my brothers! Being mortal, being men,
four by four, all of us have to pack ourselves off, have to die on the earth.  Like a painting
we will fade. Like a flower
we’ll dry up
 here in the dirt.  Like a cape made from the feathers of a zacuan,
from that rare rubbernecked bird,
we start to come apart
the moment we leave the house. Consider this, my friends: eagles and tigers,
though made from jade, though made from gold, come to the same end, to the same rotten place.  All of us must disappear,
none is given to stay.
Where can we go where there is no death?
And this is why we lug ourselves around weeping?  I sense the secret, the dark truth: Oh my brothers!
Being mortal, being men,
four by four, all of us
have to pack ourselves off, have to die on the earth.
  

—Nezahualcóyotl, translated into English by Forrest Gander 


Friday, September 25, 2015

Memoria y dolor

Han pasado meses, años, desde la última vez que escribí.

Son días, semanas, desde que la vida de mi hermano terminó en esta tierra.

Años, décadas desde que se nos fracturó la patria.

El tiempo funciona raro con el trauma; se desdibuja, se vuelve nublado... borroso. De repente todo pasa muy rápido y muy lento y uno no se decide que es lo que debería sentir o hacer. Mi idea no es hablar precisamente de mi o que me pasa que para eso tengo otro blog; lo que si es cierto, querido, querida invisible es que esta pérdida ha descubierto en mi alma dimensiones de la empatía que no conocía.

Uno de los momentos más duros, más tristes dentro de lo más triste que me ha pasado hasta hoy fue ver a mi hermano recién fallecido, en una especie de refrigerador viejo bajo unas escaleras en el patio, en la cola de ese cuerpo moribundo que es un hospital. Ese lugar transitorio, que nunca me ha gustado, precisamente, por su falta de certezas nos ponía frente a mí, a mis padres, a mis familiares frente a la verdad más parca y feroz.

Ese momento tan duro también fue muy, muy importante; tuvimos la oportunidad de decir adiós. Mis papás pudieron derramarse enteros frente a su cuerpo frío y llorar lo más amargo. También tuve la oportunidad de hacerlo, tocar su frente, sus cabellos gruesos, su naricita tan particular una ultima vez. Ver su semblante pacífico y elucubrar que murió tranquilo, que su dolor ya no está, que fue recibido en los brazos amorosos del Padre. Besarlo en la sien, como nunca antes y comenzar a vivir el duelo.

Como dije,  no es la idea centrarse en este dolor que aún está tan fresco y muy vivo, sino que reflexionar en ese momento tan físico de tocar, despedir, entender de manera racional al menos que su espíritu ya no está que somos finitos. Quiero decir que incluso en ese momento, y ya después el 11 de septiembre cuando se cumple otro aniversario del golpe de Estado en Chile recordé a los desaparecidos. A esas madres, mujeres, madres, padres, esposos y hermanos de quienes sin derecho a un juicio justo, sin cargos y muchas veces sin razones claras, fueron violentamente detenidos, torturados y de un día para otra desaparecieron de la vida sin la certeza de morir, ni de vivir, ni de luchar.

Ahora entiendo porque es tan difícil dejar todo pasar, olvidar todo y hacer como si nada incluso después de la grandeza del perdón. Porque el no haber podido acariciar los cabellos del ser amado una última vez, de cerciorarse que ya es la última vez, de procesar la pérdida con un cuerpo es un dolor que simplemente no se procesa. Recuerdo a las madres de mayo en Argentina, a las víctimas de las FARC, los secuestrados, los muertos en las guerras en otros continentes, los niños soldados, los 43 de Ayotzinapa. Hay tantos ejemplos como naciones en el mundo. Hay razones y contextos políticos que pueden explicarlo todo pero que no justifican nada.

El dolor en mi se manifiesta como una opresión. En el pecho, en el peso de mis hombros, en mis ojos que arden antes de que las lágrimas caigan. Es un sentimiento fluido que se aloja en el cuerpo, en las palabras, en los llantos y hasta en las decisiones. Pero esa misma punzada brilla con la loca esperanza. La pena profunda de la muerte danza con la vida eterna que me (y nos) ha dado Cristo Jesús. Sólo a través de eso puedo continuar y ver el mundo y las atrocidades de nuestra (lesa) humanidad con compasión. El poder despedirnos hace que podamos tener una relación sana con nuesra memoria, con nuestro dolor...colectivo y personal.

Releía una de las tantas notas que he dejado a lo largo de los años pendiente en este espacio, y citaba Mateo 5:6, una buenaventuranza:

Felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados.

A quienes no tuvieron la oportunidad de despedirse porque sus amados fueron arrebatados sin razón, la justicia es lo unico que calmará y que hará que el clamor de su corazón sea saciado. Ruego por ellos, ruego por mí, ruego por ustedes, mis invisibles. Que seamos vehículo de justicia, de compasión, misericordia, paz, amor y consuelo. Que la esperanza, Jesús, nos llene de vida el corazón.

Que nos llene de vida, aún después de la muerte.

Monday, October 07, 2013

Soltería

Acabo de leer este interesante artículo de un diario local:

http://diario.latercera.com/2013/10/06/01/contenido/la-tercera-el-semanal/34-147806-9-el-soltero-de-la-familia.shtml

Pinché el link a través de facebook, y la verdad es que los comentarios que estaban escritos me parecieron aún más intersantes que el artículo en si (que de por si ya da para pensar). Me dió un poco de pena ver que la soltería es vista o como una especie de lepra o bien una bandera de lucha. En lo personal podría ser la soltera de la familia, la que no ha tenido pololo, la que no tiene perrito que le ladre ni gatito que le maúlle, pero, no es que quiera vivir así ni que sea infeliz tampoco.

La gente comentaba que obviamente si es soltera esa persona no es feliz y que el propósito en la vida es estar de a dos, etc... y un punto importante que mencionaba el mismo tipo del articulo, es que estaba descubriendo que el quizás no estaba capacitado para estar en pareja. Es como si obligaron a una persona con discapacidad intelectual a entrar a la universidad.

Yo creo que miro el tema desde la esperanza, hay días en que me siento súper bien al respecto y otros en que me angustio un poquito. Me parece que eso es normal, y está bien en la medida que no quite el sueño ni amargue la vida; no le voy a dar muchas vueltas en este post sino insto a leer el artículo y ver como le afecta el mundo de a dos a alguien que lo vive de a uno.

Sunday, March 31, 2013

La Fe Incompleta

De alguna manera, siempre renacen mis ganas de escribir alrededor de la semana santa. No se que será, pero algo hace click! y logro articular una reflexión con motitas de pensamientos inacabados durante el año. Este año, vuelvo a retomar la costumbre de la reflexión de semana santa.

Ayer (viernes santo), despues de un almuerzo abundante y quizás poco acorde con el espíritu gregario que se dice tener en esta fecha, me puse a leer el diario, surfear en internet y ver tele. Si, todo al mismo tiempo. Resulta  que me acordé tarde que fue el estreno en televisión chilena de la serie hit en gringolandia "La Biblia". Primero me vi la segunda mitad de "En busca de la felicidad" con Will Smith y un par de capítulos de friends, antes de enterarme vía facebook que estaban dando una maratón de la serie de la biblia.
Obviamente todos los buenos canutos (yo soy una pésima canuta, a todo esto) ya habían visto la serie por cuevana y alegaban de lo editado y resumido de la serie, que igual era entretenida y un sin fín de etcétera  En algunas cosas de acuerdo, en otras no. Finalmente en la tarde seguimos comiendo y jugando dominó con la familia, pero esta vez con "La pasión de Cristo" según Mel Gibson de fondo. Gore, bien gore. Tanto, que se me iban los ojos y me distraía del  juego (solo logré ganar una vez).

Entre películas y comida, el viernes santo no se tiñó del talante de introspección ante el sacrificio más grande jamás hecho. Simplemente fui testigo y empaticé con una fe incompleta. Porque lo que mostraron los primeros capítulos de la serie de la biblia fueron el antiguo testamento, terminando en una nota alta con Daniel y sus amigos, estoicos y fieles ante las presiones del rey Nabucodonosor. Daniel dice haber visto a quien iba a ser el salvador, ve un atisbo de esperanza, pero su fe está en ese hilo de esperanza, no en una certeza real.
Luego durante la película de la pasión, no pude imaginarme siendo parte de esas mujeres que acompañaban a jesús, de esos discípulos. Al ver a Jesús siendo torturado, probablemente no estaban pensando en que era un sacrificio sino más bien: "Ese es nuestro amado Jesús  nuestro amigo, nuestro maestro". Me imagino a María con una pena que no me imagino pus es esa de madre que ve como su hijo sufre. Me imagino que pasó por las ideas de los discípulos que Jesús tal vez no era quien decía ser, o que si lo era, algo estaba mal, muy mal. Me los imagino desolados, dueños de una fe incompleta.

Incompleta, pero no menos real. No creo que hayan sido poco sinceros, o que esa fe, por incompleta que fuera, haya sido "errada". Porque nada tiene sentido sin la resurrección. Si bien la cruz es el marco heroico que todas las historias replican una y otra vez (sacrificarse por el más amado o por el bien mayor...Jesús hizo ambos), lo más impresionante es la resurrección. Toda fe es incompleta hasta que Jesús no resucita, hasta que no entendemos que la gracia no es simplemente el sacrificio, sino que hay vida después. Me encanta que una vez resucitado, lo que hizo Jesús fue estar con gente más que hacer. Fue ser Dios más que cualquier otra cosa. Su sola presencia era suficiente.

Si me intriga mucho que no se hable más de esa estadía en la tierra, pero supongo que el punto es precisamente, hacernos saber que nuestra fe puede ser completa una vez que entendemos que el es la esperanza y la vida, una vez que entendemos que esta vivo, es y está con nosotros. A mi me cuesta aún, por eso me identifico mucho con el sentimiento de fe incompleta de aquellos que vieron a Jesús morir. Pero, a diferencia de ellos, yo sé el resto de la historia. Jesús es Dios. Jesús vino y me ama independiente quien sea yo, y cual sea mi trasfondo cultural y social. Y vino a darme vida y esperanza al arrepentirme y volverme a él. Y que eso sólo significa eso, dejar de pensar que hay cosas más importantes que ir a su encuentro amoroso. Quizás suene muy liberal lo siguiente, pero las maneras en que eso se manifiesta en la práctica es lo que delimita nuestra cultura y tradiciones religiosas. Al resucitar, Jesús se dedica a dejar claro que el es Dios, que sus enseñanzas son válidas para todos y que deben ser compartidas con el resto de los seres humanos. Y es ahí cuando nuestra fe, eternamente beligerante, perfectible y con capacidad de crecer infinitamente, se completa. Porque Jesús la completa.

Monday, August 20, 2012

No saber para quien

Esta es una gran canción, ponga atencion a la letra. En lo personal Pedro Piedra me encanta, especialmente en vivo. Pero aunque no le guste el estilo, tómese un tiempo para escuchar mirando a su alrededor.

Qué gran analisis ¿No cree? Yo no tengo muchas ganas de explayarme, así que pondré en negrita lo que me parece más interesante. Disfrute!

Las niñas quieren verse bien, verse bien. 
Independiente quien esté o no esté. 

Plumas de pavo real, que les enseñará, 
tarde tras tarde van buscándolas. 

Si encuentras algo que cuidar, cuidalo, 
Si es un juguete nada más, es mejor ! 
y ¿Cómo vas a actuar cuando no sepas ya 
quien te acompañara a caminar la eternidad? 

Estamos lejos del hogar 
y es imposible regresar al día que nos vió salir. 

Las niñas quieren verse bien, verse bien 
Aunque no sepan para quien, para quien. 

No hacen nada más, cumplen con su misión 
de ser el tiempo y vas mirándolas. 

Mucha desilusión, para disimular 
buscar a alguien que cure de noche tu mal. 

Las cosas pasan sin saber, sin saber. 
No hacen nada más, cumplen con su misión 
de ser el tiempo, y vas mirándolas. 

Mi sombra pide libertad, ver el sol. 
Y no masturbes más su paz, por favor. 



Las niñas quieren verse bien, verse bien.
Aunque no sepan para quien, para quien.
Lo tienen todo en orden y bajo control
se desesperan otra vez. 


Plumas de pavo real,que les enseñará,
tarde tras tarde van,van buscándola.
Llegamos lejos del hogar
y fue imposible regresar al día que nos vió salir.

Las niñas quieren verse bien, verse bien
Aunque no sepan para quien, para quien.
No hacen nada más, cumplen con su misión
de ser el tiempo y vas mirándolas.

Thursday, July 26, 2012

El consumismo

http://www.huffingtonpost.com/katy-wolkstanley/saving-money-tips_b_1702291.html?ncid=edlinkusaolp00000009

Obvio que todos y cada uno de nosotros podría estar horas hablando sobre el consumismo. Porque, de una u otra manera, este mundo entero ha sido infectado por el.
Si pinchan en el link, verán que trata de la experiencia de una mujer de mediana edad, la cual lleva ya 5 años sin comprar cosas nuevas. A mí en lo personal los apelativos de "experiencia liberadora" me parecen un poco exagerados, ya que la mayoría de las cosas que hace no me son nada ajenas. Pedir prestado antes de comprar algo nuevo, colgar la ropa en el patio en vez de usar una secadora, tratar de arreglar las cosas antes  de comprar un reemplazo. También es cierto que dentro de su contexto, estos son pequeños grandes cambios ya que vive en una sociedad de consumismo exacerbado. Pero ¿Cuán lejos (o cuán cerca) estamos nosotros -los chilenos, los sudamericanos, los latinoamericanos- del consumismo exacerbado de los Estados Unidos?

Siento que nos ponemos al día a pasos agigantados. Y me da miedo, porque a mi me chocó eso al vivir por allá en el hemisferio norte. Todo esto me lleva a pensar y repensar en el rol del dinero y de las cosas en nuestras vidas, en mi vida. En lo personal, detesto el dinero. En serio. Me carga tenerlo, me carga gastarlo, me carga endeudarme. Pero me encantan las cosas, me encanta ir a lugares y para esto -obvio- se necesita el mugroso billete. Nunca he tomado mis decisiones laborales o personales en base a cuanto ganaré o a mi estabilidad económica, gracias a Dios, mis padres me enseñaron a ser responsable y también a ser responsable con mis prioridades en la vida. Pero suelo olvidar que lo que recibo proviene de Dios y se lo debo a el y también todo lo que tengo es para disfrutarlo y administrarlo sabiamente. A veces me preocupa tanto que toma un lugar más central del que debería, y me vuelvo menos desprendida de lo que quisiera.

Leyendo el blog de esta mujer, creo que debo evaluar como es mi relación con las cosas y en que sentido el consumismo permea mi alma de manera maliciosa. Yo no quiero volverme una hippie que huele a incienso y no ocupa desodorante, pero me cargaría ser una consumista inconsciente que se deleita en las peregrinaciones a los malls los fines de semana. No quiero demonizar el consumo en sí, pero no quiero que tome la importancia que mis valores fundamentales ostentan en mi vida.

¿Que nos deparará el futuro?